Puno, Perù

Llegamos a la ciudad de Puno, 5:30am pero ya había amanecido y hacia bastante frío, era el último destino despúes de haber estado 23 días en Perú.

Habíamos reservado un hostel, pero aún teníamos duda de cuanto tiempo nos quedaríamos; así que en el terminal empezamos a cotizar pasajes para nuestro próximo destino que era Copacabana, Bolivia despúes de haber cruzado la frontera.

Al llegar al terminal una señora se acercó, nos ofreció el tour de las islas flotantes o uros, también conocía un hostel más barato y era más central que el que habíamos reservado, así que compramos los pasajes del siguiente día hacia Copacabana y salimos a tomar un taxi. Ahí conocímos una chica suiza que se ofreció a pagar el taxi con nosotras si la dejábamos cerca del centro, nos contó que llevaba 6 meses viajando y que solo le quedaba una semana en Perú.

Despúes de haber descansado en la mañana, salimos a caminar por la plaza de armas y a almorzar. A las 3pm llegaron a recogernos, salimos hacia el puerto, al frente el gran lago Titicaca, salimos con un grupo en una lancha y nos dirijimos a una de las primeras islas, dice. Que hay 120 y que las fabrican con......... En este lugar no existe la electricidad, el agua, mucho menos cualquier clase de tecnología, aunque tienen una escuela para los niños, el puesto de salud y la iglesia. Una de las señoras que viven ahí nos dejó pasar a conocer su casa, luego de explicarnos el proceso de la construcción de la isla y de sus casas, tomamos algunas fotos y de nuevo nos montamos en la lancha para ir a la segunda isla... Ahí había  varios niños y mujeres, donde vendían artesanías, collares, móviles, cojínes, etc.

La noche iba cayendo y cada vez hacía más frío, en medio del recorrido observamos un hotel gigantesco 5 estrellas en medio del lago. Fue una buena experiencia ver como las personas viven en este lugar.

Al llegar al puerto, una camioneta nos acercó hasta la plaza de armas, donde estaba tocando la banda de la ciudad; se formó una fiesta donde un grupo de argentinas bailaban cumbia a ritmo de los tambores. Así fue nuestra despedida de Perú, un país hermoso, con variedad de climas y buena comida.