Hasta este momento no habíamos tenido un viaje tan largo y pesado. De Lima a Cusco tardamos 23 horas, viajamos con Moviltours por S./120 cada una. Al principio no se siente el viaje, pero después de cruzar toda la costa Peruana, pasar por Ica, luego Nazca; donde hacen parar el bus para entrar al baño y advierten que a partir de ahí es difícil porque vienen unas curvas que parecen sacadas de una película de terror, también nos dijeron que tomáramos una pastilla para el mareo, como era costumbre nosotras siempre cargamos nuestro mareol, hasta un señor peruano que iba en la silla del lado también nos lo advirtió. Estábamos prevenidas pero no asustadas, cuando de repente el azafato del bus nos dice que cerremos las cortinas, que evitemos mirar por la ventana, y nos da una bolsa para el vomito en ese momento nina y yo nos miramos con cara de pánico y de un momento a otro empezó la montaña rusa, el bus iba de un lado para el otro, las botellas y las cosas rodaban de lado a lado, entonces ahí si sentimos miedo, así que cerramos los ojos y nos aferramos a que el mareol hiciera su efecto y dormirnos. Yo desperté cuando el caos ya había pasado, Nina me contó que ella le costo dormirse y que fue bastante fuerte el camino, horas que pasan lento con ese recorrido. Ojalá no tengamos que pasar algo así otra vez.
Ya en la mañana vimos que los paisajes eran hermosos el panorama cambio totalmente, ya no era la tierra árida y seca de desierto, ahora se veía las diversas montañas con verdes vivos, llenas de flores de colores, vegetación y ríos, algo similar a lo que es nuestra Colombia.
Así duramos unas horas más y finalmente llegamos a la ciudad de Cusco bastante cambiada a lo que yo había visto hacia 8 años que fuí a este lugar. Me sorprendió muchísimo como se ha convertido en una ciudad comercial y si bien era cierto que cuando vine la primera vez habían muchos extranjeros ahora es 10 veces más lo que ví y por supuesto el comercio se explota, los sitios turísticos aumentan y todo se pone muy caro.
En el bus conocimos un señor del lugar su nombre Carlos el nació y creció en Cusco pero ahora vive en Lima, sin embargo estaba esos días en Cusco por cuestiones de trabajo, muy amable nos dijo que si necesitábamos algo, información y guía para nuestra estadía que no dudáramos en llamarlo y nos dejó su número. El primer día la verdad no hicimos mucho, estabamos muy cansadas del viaje para empezar y luego la altura nos tenía muy incómodas, con dolor de cabeza y debilidad así que decidimos descanzar y dejarlo todo para los siguientes dias.
Al otro día lo primero que hicimos fue llamar a Carlos no solo porque el nos monstraría la ciudad con detenimiento, sino porque tambien nos podría ayudar a cotizar y darnos precios de como llegar a Machu Picchu de una manera más económica. Cuando nos encontramos con él fuimos a caminar y nos mostró la plaza central de San Pedro, unas ferias artesanales, nos hablo sobre los posibles gastos de Machu Picchu y luego nos llevó en taxi a recorrer el barrio donde el había crecido, nos
mostró el cementerio donde hay un mural que cuenta la historia de las celebraciones y ferias de Cusco por meses. Tomamos unas cuantas fotos, Carlos nos contó historias y luego nos invitó a cenar a un piqueteadero como lo llamamos nosotros, el favorito de él estaba cerrado así que entramos al de al lado y nos tomamos unas Pilsen, un par de cusqueñas y una carne de cerdo al horno, todo estubo muy rico, hablamos, reímos y luego nos dejo en el hostel.
Al día siguiente fuimos en la mañana al ministerio de cultura a comprar los boletos para Machu Picchu gracias a un amigo argentino llamado Jonatan, habíamos sacado un carnet estudiantil llamado ISIC que dan 50% de descuento en la entrada y más el descuento que le dan a los colombianos por ser parte de la comunidad andina la entrada nos salío super barata S/32 por cada una. Dejamos los boletos para el 1 de enero pues queríamos pasar el 31 de diciembre en Cusco, con boletos en mano empezó la travesía de como llegaríamos a Aguas Calientes, pueblo que conecta Machu Picchu y el cúal solo se puede llegar de dos maneras. Mas adelante les cuento las dos opciones.
El 31 de Diciembre decidimos visitar otra parte de Cusco, la parte de arriba de la plaza principal; la altura los primeros días nos había golpeado duro ya a este punto nuestro cuerpo estaba más acostumbrado, así que nos fuímos cuesta arriba, allí se encontraba una iglesia con un mirador a toda la ciudad, hermoso! me sorprendió muchísimo que para entrar ahí cobran la entrada, ay Dios la iglesia sigue haciendo de las suyas hasta en este mágico lugar...obviamente no entramos y seguimos caminando. De bajada nina estaba tomando una foto donde había un aviso con el nombre de una calle que decía arcoiris, en este momento escuchamos una voz de un joven que nos dijo... les tomo una foto señoritas! El venía con otros dos, cada uno llevaba una carpeta con su arte, pintaban con acrílicos y acuarelas y vendían sus ilustraciones a los turistas. Luego de tomar fotos hablamos un rato, ellos seguían subiendo otras cuadras porque iban a tomar chicha, nos invitaron a tomar y a caminar por el lugar, nos contaron historias y nos mostraron varios lugares de Cusco, la calle mas estrecha, un río donde los Incas se bañaban antes de ingresar a Cusco para limpiarse de las malas energías y algunas plantas del lugar, con uno de ellos llamado Alexander quedamos de vernos a las 11pm para pasar el año nuevo juntos pues el no tenía familia.
Finalmente conseguímos transporte hasta hidroeléctrica para el siguiente día, nos pasarían buscando a las 8am, así que no podíamos quedarnos mucho tiempo despiertas para año nuevo. A la noche llegamos a la plaza a buscar algo para cenar pero Cusco estaba completamente lleno de gente, miles personas de todo el mundo en la plaza de armas, licor, pólvora, era una verdadera fiesta de año nuevo, pero nos tocó subir por otro lado a ver si encontrábamos algo de comer y a media cuadra estaba otro chico cusqueño quien nos empezó a contar historias de los incas y de como ellos formaban figuras dentro de las piedras que solo se veían en cierto dia del año con la ayuda de los rayos del sol, nos contó muchas cosas; entre historia e historia se nos olvido el hambre, llegaron las 11 y nos fuimos los 3 al encuentro con Alexandet el chico con quien pasaríamos año nuevo, nos encontramos pero era tanta la gente que decidimos subir a un lugar llamado las 3 positas, que es como un mirador de toda la plaza de armas algo más tranquilo y mucho más lindo pues pudimos observar todos los juegos pirotécnicos desde ahí. A la media noche realizamos todo lo correspondiente al año nuevo, las uvas y sus deseos! el brindis, nina lanzó unos mini voladores y bajamos a la plaza a dar una vuelta entera para que nuestros viajes se expandan por muchos años más según la creencia del lugar. Fue una buena celebración, pero nos fuimos a dormir temprano…2am de vuelta al hostel y tratar de domir.
Mágico Cusco, volveremos otra vez a ver historias de este hermoso lugar
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