Lima, Peru

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Llegamos a las 5:30am a la ciudad de Lima, esperamos hasta que amaneciera; ahí conocimos una pareja de suizos que venían en el mismo bus desde Huaraz y se dirigían también a un hostel en el sector de Miraflores, así que decidimos tomar el mismo taxi, por las dos paradas en los hostales S/15.

Al llegar al hostel Condor's House, de entrada no fue bueno, nos abrieron la puerta un par de borrachos, que aún estaban de fiesta de la noche anterior, uno de ellos el encargado del hostal; lo primero que pregunta...De donde son? Al decir colombianas, tocó el sleeping que llevaba nina en la maleta y dijo: ahí traen la merca! De una no nos gusto ese lugar, pero no teníamos opción era muy temprano para buscar otro sitio y ya se había pagado un porcentaje por la primera noche.

El encargado aún borracho nos dijó que no tenía espacio, aunque habíamos reservado, así que nos ofreció una habitación privada por S/3 más, aceptamos nos pareció bien.

Error: debímos pedir ver la habitación primero.

El lugar que nos dieron parecía una celda o peor, solo cabía un camarote, no tenía ventana, era oscuro y olía a húmedad con orines; puesto que el baño era cerca y estaba asquerosamente sucio. Igual nos tocó quedarnos durante la mañana, necesitabamos dormir; sobre todo nina que había tenido una mala noche. Pero siendo las 8:30am, me levante y les dije a los encargados que no nos gusto y que queríamos irnos, ellos ofrecieron otra habitación en un tercer piso, pedi verla primero, estaba mucho mejor. Decidimos quedarnos esa noche pero fuimos a buscar otra alternativa; hostal pariwana frente al parque Kennedy, un lugar totalmente diferente, era limpio, organizado, con restaurante, bar y una terraza, donde estubimos por 4 días.

Lima una ciudad que tiene mar, y donde tuvimos buen clima porque nos habían contado que el cielo siempre estaba nublado, pero durante nuestra estadía  nos acompaño el sol; caminamos por miraflores, montamos bicicleta por 4 horas desde el hostal por la vía para bicicletas donde tuvimos del lado derecho el mar por todo el recorrido, nina iba un poco molesta porque su bici le quedaba pequeña y en el hostal no habían encontrado herramientas para arreglarla...pero durante el recorrido se nos acercó un señor que iba en una moto llamado Roberto, nos habló y saco algunas herramientas y le dejo la bicicleta a su medida, nos contó que era organizador de downhill en Perú, ya con las bicicletas a la medida pedaliamos hasta el barrio Barranco; nos gustó mucho, un barrio bohemio, donde el arte predomina, allí viven escultores y artistas. En el día es un barrio tranquilo hay algunas ferias de arte y diseño, fuimos a una donde vendían camisas, carteles, collares era muy parecida al mercado de las pulgas en Bogotá; en cambio en la noche ya toma mucho más vida con bares, cafés y lujosos restaurantes con la variedad de la comida peruana, casi todos tienen vista hacia el mar. A uno de ellos fuimos a comer una de  esas noches donde nos invito una amiga llamada Luz, limeña que conocí en Estados Unidos; comimos anticuchos, es una carne de corazón de vaca con chinchulín asados, choclo y obviamente acompañados por una inca kola.

Luego fuimos a caminar frente a la playa donde el mar hacía un sonido especial cuando el agua pegaba contra las rocas.

En lima pasamos navidad, la verdad estubo calmado, creímos que había mas ambiente como en nuestro país...Pero nisiquiera se veían luces navideñas en las calles y parques; a excepción de una parte del malecón de lima, donde se encuentra el faro; lleno de luces donadas por Colombia. En frente de este malecón  hay varios edificios lujosos que tienen vista al mar, que van desde el barrio miraflores hasta el barrio barranco.

Salimos al centro, conocimos algunas iglesias, la plaza de armas y algunas ferias gastronómicas. Una noche asistimos a un espectáculo en el circuito mágico de agua en el parque la Reserva, un lindo lugar, donde hay 13 fuentes cibérneticas, donde se mezcla agua, música y juego de luces.

Una de las tarde en lima, estabamos

viendo montar unos skaters y se acercó un argentino a vendernos unos chocolates rellenos, muy ricos dicen que es famoso "el che roberto" recomendados.

En el hostal conocimos a un brasilero llamado Lorenzo que iba hacia Colombia, también una alemana y una suiza que nos contaron que no querían volver a sus países porque se habían enamorado de Perú, eso lo hemos escuchado de varias personas durante el

Viaje.

El último día en Lima teníamos que tomar un bus hacia cusco a las 2:00pm, así que fuimos a comer un menú cerca del hostal, que fue el que más nos gusto del sector llamado Aventuras Marinas, localizado a una cuadra del parque Kennedy.

Recojimos las maletas y tomamos un taxi que nos llevara al terminal de movil tours, de camino nos dimos cuenta que habíamos dejado los sacos en el Hostal y ya no teníamos tiempo para volver, así que pedimos el favor a mi amiga Luz que los recoja, nos despedimos de Lima observando la costa limeña y sus hermosas playas.